El jueves estuve de cumpleaños y para celebrarlo mi familia y yo fuimos a cenar. Yo tenia antojo de ir a la crepería Cre Cotte así que como era mi cumpleaños pues allí fuimos. Cre Cotte es una crepería que está en la zona vieja de Santiago de Compostela, más concretamente en la plaza de la Quintana. Ya estuve allí hace un par de años y la verdad es que ya en aquel momento me conquistó.
Por su localización consta de unas vistas espectaculares a la Quintana y la catedral que me apasionan, ya sabéis que soy una apasionada de la catedral y la zona vieja. Nada más entrar ya ves que la decoración es intima y exquisita. Me parece un local muy acogedor y en cuanto a la comida... se trata de una crepería por lo que los platos principales son las creps, tanto saladas como dulces, pero también tiene otro tipo de platos como pastas, arroces... Nosotros pedimos de entrantes una tabla de paté y quesos D.O. y una ensalada Nipona de lechuga, arroz, tomate, huevo, jamón, queso feta, almendras y salsa rosa. La tabla estaba bastante buena pero la ensalada me enamoró en el primer bocado. No sé si por el arroz, por la salsa, por el queso o por que pero estaba deliciosa. Luego pedimos, mi madre un risotto negro con sepia que estaba bastante bueno. Mi hermano la crep Abuela de bechamel, espinacas, setas y queso gruyêre, esta no me gustó tanto ya que las no me gustan mucho. Mi padre pidió la Bretona de lechuga, cangrejo, pollo, gambas y salsa rosa, la otra vez que vine pedí esta y aunque tenia demasiada lechuga para nuestro gusto estaba bastante buena y yo me decante por una Marmita que tenia bechamel, atún, huevos, gambas y tomate, la verdad es que tenia demasiada bechamel, no es lo que más me gusta del mundo, estaba bastante buena. De postre mi hermano tomó una crep dulce Pampa con dulce de leche, helado de vainilla y Grand Maniere flameado y yo la Cesar, una crep con chocolate, avellana y helado de vainilla que estaba muy bueno aunque es imposible comérselo entero, demasiado grande y demasiado chocolate. Ah y también nos bebimos una sangría de cava que estaba deliciosa.
Mis padres estaban un poco reticentes a ir ahí pero la verdad es que cenamos bastante bien en un sitio muy bonito y acogedor. Sin duda creo que este es uno de mis restaurantes restaurantes favoritos de Santiago y volveré a repetir.
Un buen local, con unas buenas vistas, un trato excelente y una muy buena comida dan como resultado una cena muy agradable.
Un buen local, con unas buenas vistas, un trato excelente y una muy buena comida dan como resultado una cena muy agradable.