Tenía que llegar y al final llegó en Mykonos. Que decepción de sitio, no me gustó nada. Un lugar sin historia, sin nada que ver y al que la gente solo va a beber y a drogarse. Ah, y a presumir ante los demás de dinero.
La guía llegó media hora tarde y nos llevó a dar una vuelta por la isla que realmente no tiene nada que ver ni historia, no sé, unas playas y poco más. Que tampoco son tan espectaculares ni tienen nada. Lo único que tiene algo que ver es donde están las tiendas y las cosas para los turistas y nada más. Bueno, me llamaron mucho la atención un par de tres cosas. Una es la iglesia ortodoxa que hemos visitado. Es algo muy curioso, luego en las fotos pondré porque es algo muy muy curioso y extraño, no sé, no puedo describirlo. Otra cosa es la cantidad de gatos que nos hemos encontrado, y todos muy cariñosos que venían a la mano y todo. Yo no podía evitar ir a junto de todos y la otra es la cantidad de mierda que vi junto a los molinos. Me explico, lo único que puede tener algo de historia son los molinos de la isla y claro en la excursión te llevan a verlos y justo delado hay un montón de basura que nada tiene que envidiar a cualquiera huelga de basureros, y además justo delado hay una playa que llaman "la pequeña Venecia" que bueno, tampoco está muy limpia que digamos. Que no me gustó Mykonos, no volvería yo aquí a nada, una mañana perdida. Eso si, me comí una pita deliciosa.
Al llegar y después de comer, como no, la siesta. Nos duchamos y fuimos al teatro a ver el espectáculo de hoy que sin duda es el mejor de todos, hasta el momento claro. De 10, sencillamente perfecto. Era de equilibrismos, danza aérea... Muy bonito, muy bien presentado, muy limpio. Sin duda perfecto, no tengo otra palabra.
Luego de cenar en el Garden, pedí de postre un soufle de coco exquisito, nos dimos una vuelta por el casino donde gané una moneda. Bueno en realidad me la encontré pero es lo mismo. ;) Y luego a la fiesta de la toga. Había que hacer una toga con una sábana, aun nos reímos un poco, estaba entretenido. Me tomé un mojito que me sirvieron en un vaso con lucecitas de recuerdo. Antes de ir para cama pasamos por el Blue Lagoon a comer una alitas de búfalo, no sé si por hambre, por vicio o por no hacer nada mejor.
Ahora a dormir, buenas noches.
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